El cambio climático y las tortugas marinas en Cuba

Por Julia Azanza

En Cuba se han registrado cinco especies de tortugas marinas, aunque solo tres anidan y se alimentan regularmente en aguas cubanas: la tortuga verde (Chelonia mydas), la caguama (Caretta caretta) y el carey (Eretmochelys imbricata). Unos de los efectos asociados al cambio climático es el incremento en la frecuencia e intensidad de tormentas tropicales y huracanes. Se conoce que estos fenómenos alteran los patrones de migración y pueden inundar y destruir los nidos en las playas de anidación. Por otra parte, el incremento de la temperatura global podría desequilibrar el cociente sexual de las poblaciones de tortugas hacia las hembras, dado que el sexo está determinando por la temperatura de incubación.

Basado en datos de monitoreo en varias localidades de importancia para la reproducción de tortugas marinas, un grupo de investigadores cubanos cuantificaron los efectos de eventos climáticos extremos sobre poblaciones anidadoras de tortugas en Cuba. Después del paso de una tormenta por las áreas de anidación, se han verificado impactos como cambios importantes en la configuración de las playas por procesos de erosión o acreción. En el primer caso, se pierden zonas importantes de anidación y en el segundo, los nidos quedan cubiertos por arena provocando la muerte de los embriones por compactación. Las intensas lluvias también causan afectaciones al aumentar el contenido de humedad en los nidos que afecta el intercambio de gases. Otro efecto detectado ha sido la deposición de numerosos desechos en la playa como piedras y maderas que obstaculizan el movimiento de las crías hacia el mar.

El periodo de mayor actividad de ciclones coincide con la temporada reproductiva de las tortugas. Se conoce que estos eventos provocan la pérdida de nidos, huevos y la muerte de neonatos; lo que en el contexto de cambio climático se agudiza al incrementarse la frecuencia e intensidad de estos fenómenos climatológicos. Entre los hallazgos más impactantes encontrados en sitios de anidación en Cuba se destaca la alta cantidad de nidos y huevos destruidos. Esta cantidad, por ejemplo, alcanzó casi el 45 % de los nidos durante los huracanes Gustav e Ike en 2008 en los Cayos de San Felipe y en la Península de Guanahacabibes se cuantificó, entre 2002 y 2007, la pérdida de 302 nidos y 33 913 huevos de tortugas marinas. Por otra parte, aunque hasta la fecha no existen estudios detallados, existe evidencia que el calentamiento global podría estar afectando las poblaciones alrededor de los mares de Cuba. Lo anterior está basado en el elevado porcentaje de capturas de hembras de carey (E. imbricata) en áreas pesqueras de Nuevitas y Cocodrilo.

Por más información:

https://cmad.ama.cu/index.php/cmad/article/view/156

 http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/129